domingo, 9 de diciembre de 2018

CÓMO CONOCÍ A VANTROI






Una vez leí la reseña de un grupo muy competente para fabricar éxitos,
en la que el crítico afirmaba: “Todo lo que no es importante lo hacen bien”.
Supe exactamente lo que quería decir. La música rock and roll,
al fin y al cabo, es una fuente de poder religioso y místico.
“Born To Run”. Bruce Springsteen.



Por Javier Hernández “El Abuelo”
Twitter @abuelo1176


Hacia 1998 era muy difícil conseguir discos, casetes, revistas o fanzines de música alternativa, pues había pocos lugares en Toluca para encontrarlos. Uno de ellos era el pasaje terminal. No era la capital del Underground, sino, más bien, el mini tianguis cultural del chopo de la ciudad. Allí encontrabas cosas que no conseguías en Discolandia, por ejemplo. En aquellos días yo era estudiante y tenía que tomar dos camiones para llegar, a ese lugar. Trataba de ir todos los sábados y, según la cantidad de dinero que hubiera ahorrado en la semana, ver qué cosas nuevas habían llegado, y comprarlas. Ya fueran productos nacionales o internacionales, sabía que buscando bien, conseguiría algo valioso. Adquiría las revistas en un puesto que estaba bajando el puente peatonal que se encuentra sobre Paseo Tollocan (en la cuchilla que forma al entroncar con la calle, Felipe Berriozábal); solo había que dar unos pasos y, antes de entrar al pasillo de la terminal, encontrarse con la gran variedad de títulos traídos de varias partes del mundo. “Heavy Rock” y “Metal Hammer” de España, “Banda Rockera” y “Conecte” del Distrito Federal eran las que más acostumbraba leer, a pesar de que llegaban muy desfasados a esta ciudad, las revistas españolas aparecían con dos o hasta tres años de retraso y las chilangas, entre un año o año y medio, pero no había otra opción.

En una ocasión “Metal Hammer” incluyó un reportaje/entrevista con una banda mexicana, atrapo mi atención inmediatamente: “Vantroi” conformada por jóvenes que emigraron a España y habían empezado a hacer mucho ruido por allá. Traté de conseguir material de la agrupación, pero fue imposible. Un tiempo después, leí sobre ellos en la “Banda Rockera”, en donde se hacía mención acerca de su regreso a nuestro país, pero el hecho de no encontrar material de ellos, me hizo perderles un poco la pista.

Varios años después, se presentaron en un Festival Quimera Rock de la ciudad de Metepec, Estado de México y como ya tenía referencias suyas fui a ver concierto y me gustó demasiado. El público era muy variado y muchos asistentes se sabían sus canciones.

En la actualidad con internet a la mano los busque en Youtube y el primer tema que vi fue “Fui a visitar mi tumba” del disco Para no morir de locos. No necesité más, me volví fan y corrí a comprar el disco y conseguir toda la información disponible de la banda. Descubrí que tomaron el apellido de un guerrero vietnamita que fue capturado cuando intentó asesinar al Secretario de Estado estadounidense Robert Mcnamara y al embajador Henry Cabot Lodge: Nguyen Van Troy. Fue torturado y posteriormente asesinado. El logotipo del grupo es el símbolo huichol que representa el maíz. Se movían –y lo siguen haciendo– en un círculo muy subterráneo; la gente los identifica como banda punk; en México por alguna extraña razón, no ha logrado el reconocimiento que ya obtuvo en varios países de Europa, eso sí, aunque tienen poco admiradores en nuestro país, les son muy fieles y los siguen a donde quiera que se presenten. Ha tenido muchos cambios de alineación hecho que, ha sido muy enriquecedor para la ellos.

Investigando más a fondo, indagué que el grupo se comienza a gestar a principio de los ochentas cuando los hermanos González, Gerardo, Olympia y Pepe siendo apenas unos niños de entre ocho y diez años formaron el grupo “Llanero”, que pertenecía a la organización artística “Cleta”, liderada por Enrique Cisneros, comenzaron recitando poesía y representando teatro pero se inclinaron por la música latinoamericana; interpretaban canciones de Mercedes Sosa, Violeta Parra, Víctor Jara, y rescataban letras de campesinos y obreros; se presentaban en huelgas, mítines, universidades rurales, comunidades marginadas, de varios estados de la república mexicana y de gran parte de Centroamérica.

Aunque a Vantroi se le encasilla en el punk la banda mezcla muchos géneros: rock, ska, hard rock, stoner y, si es necesario, hasta ranchero. Los temas son muy variados, pero la rebeldía es el común denominador en sus canciones. Gerardo Osmany González Pulido ya se ha convertido en una de las figuras más importantes del rock mexicano; el ejemplo que ha heredado a todas las bandas es mucho más importante de lo que se podría pensar ya que les mostro que con perseverancia, fe, amor y pasión por la música y por tu trabajo; a la voluntad de una alma inagotable y de una garra para luchar incansablemente –cosas que no se enseñan ni aprenden en ninguna escuela–, es la única manera en que serán capaces de trascender fronteras; y que en la actualidad, son una de las mayores carencias en muchas agrupaciones.

Se acercan los 30 años de vida de la banda y esperamos que las celebraciones sean en grande.


No hay comentarios:

Publicar un comentario