Los Espíritus hacen música
orgánica, caliente, que pareciera salida de las entrañas mismas de una
naturaleza reverenciada en canciones humanas y existenciales, que narran y
cantan historias. En Agua ardiente se sumergen los riffs embriagantes,
el baile entre el humo: los mares, huracanes y fuegos junto a la ciudad y los
otros. Los trenes y veredas pero también las montañas y el oro, las mareas, el
cielo y la luna y el sol. Es el sonido de un ritual que consiste en mirar la
realidad durante una experiencia de inmersión.
Con corazón de percusión y alma
de hechiceros, Los Espíritus se acercan por igual al blues, lazapada
rockera, el aire arrabalero. Sus dos cantautores construyen los temas
entre ecos densos y pulso valvular. Canciones de trance y cadencia, de
ritmo y guitarras lascivas, baile y contemplación.
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