domingo, 24 de marzo de 2019

RAÍCES








Luis Álvarez "El Haragán"
Raíces
Intolerancia
2016



Por: Javier Hernández “El Abuelo”
Twitter @abuelo_1176




Es muy difícil que en estos tiempos, en que la industria discográfica ha caído en crisis, por las plataformas digitales ya no se venden discos en físico y los medios de comunicación ya no se enfocan en los grupos alternativos de rock, los artistas intenten experimentar con ritmos, géneros o corrientes musicales que los hagan salir de su zona de confort o no encajen con su estilo. Luis Álvarez el famoso “Haragán”, es uno de esos pocos, y ya dio muestra de que le gusta crear cosas nuevas y sin miedo a enfrentar retos musicales.
A mediados del 2016 presentó Raíces que toma como base el blues tradicional estadounidense y lo hace de la mano de, nada más y nada menos, que Andrew Jr. Boy Jones afamado músico oriundo de Dallas, Texas quien cuenta con gran prestigio en el mundo de este género. Hacía muchos años tenía la inquietud de grabar un disco con estas características, y gracias a un amigo en común con Andrew, Luis le hizo llegar el proyecto y sus canciones, las que, para su sorpresa, gustaron al músico texano, quien dudó en aceptar la propuesta del mexicano.
En pocos ensayos, lograron ensamblar las canciones, que fueron grabadas a la “antigüita”, en carrete y casi todas a la segunda toma. Acompañados por Christole Jones en el bajo, Jamil Byron en la batería y Julie Bonk en los teclados para que Luis y Andrew se hicieron cargo de las guitarras y las voces. Nueve canciones componen este disco, que nos recuerda que el blues sigue siendo la base de toda la música en la actualidad.
El tema de apertura es “Lloré, lloré, lloré” en el que podemos reconocer la línea temática del disco. La interacción de los músicos con la voz del Haragán, es inmejorable; suenan como sí llevaran tocando juntos muchos años.
Le siguen “Es por Elvis” con una pequeña dosis de country; “Cris”, la balada del disco que ya tiene video y se puede encontrar en Youtube; “Blues Belly”, para la que Andrew toma el micrófono y da muestra de por qué el mexicano lo escogió para hacer esta grabación: un blues clásico, potente, y directo.
Continúa con “La niña” a la que le ponen un poco de Funk, y “Extrañando el corazón” que aborda el tema de los inmigrantes indocumentados. “Mi liberación” vuelve a la línea de lo tradicional del género para llegar al gran momento del disco en “Blues del amor perdido”, donde el texano y el mexicano comparten micrófono en un blues clásico donde los teclados Godspell enchinan la piel. Para cerrar con una canción legendaria en la carrera de Luis “El chamuco”, que resulta un grandioso epílogo para hacer de esta grabación una obra sin precedentes.
Sumamente recomendable para los fans y no tan fans, ya que se trata una pieza que se convertirá en uno de los grandes clásicos del blues en nuestro país.


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