Letras de Reserva
Por Adriano Alarcon
“La historia la hacen quienes
dice NO, y el no más grande de la música ha sido el punk” una buena sentencia
de Jon Savage. Partiendo de algo tan certero, me atrevo a “reseñar” uno de los
mejores platos hechos en México durante el 2018. Mike Díaz un complejo sicario
lírico oriundo de Aguascalientes, bebió
del cáliz chamánico que en alguna última cena celebrada con profetas semánticos
y de conciencia colectiva, compartió. El hip hop y el punk tienen algo en
común, ambos dos géneros son virtuosos desordenes musicales. Renace es el
nombre de la nueva placa de Mike Díaz, un respiro en épocas de inmediatez y
hueva mental generalizada, son 20 canciones que conforman el material, cada uno
de los cortes son un viaje macizo y
feroz de introspección.
No está usted para saberlo, y
medio puedo contárselo querido lector, soy aficionado al boxeo, me gusta,
disfruto de un buen tiro sobre el cuadrilátero, un encuentro donde se ponen a
prueba habilidades, cualidades y causalidades. El box –creo yo- es una forma de
contar (leer o escribir) cosas, pero con guantes. Los movimientos y golpes
tienen algo de elipsis, de metáfora, cierta rima. Mike Díaz boxea con la
palabra, es hábil, tiene técnica, se desplaza, fluye ligero y con estilo
refinado. Un “Finito López” del Hip y del Hop.
Desde los 17 años Mike Díaz se ha
estado preparando, influenciado por el rap chicano. Se ha convertido en un peso
pesado, en una máquina casi perfecta pa’ tirar rimas con precisión aritmética y
rigor militar. A cualquiera le podría arrebatar el aliento, poner contra las
cuerdas o tirar sobre la lona, en cuestión de segundos. Su flow es un
Frankenstein mortífero.
No queda duda, Mike es un
alquimista del verso, de la rima, al navegar por cada una de las rolas se
dinamitan ciertos miedos y muchos prejuicios. Son tiros certeros, despachados
en orden cuántico para ir triturando de
a poco. Cuestiona, confronta, contradice, llena vacíos sonoros y hace fértiles
los desiertos musicales. Se dice que un pesimista es un optimista con criterio,
y el hidrocálido da cátedra de la cantidad de letras que se desayuna, come y
cena para dar rumbo y sentido. Mike Díaz, no es un proxeneta de balneario
contando “Hazañas” de inútiles hampones
que aspiran al honor público. No echa mano de filtros y formulas fraudulentas.
Todo el nuevo material de Mike es un ritual.
La fuerza de gravedad, desvía,
atrae, pone en movimiento y puede
desintegrar, y al final surge algo nuevo, se puede renacer por ejemplo…
“El mayor placer, lograr lo que
la gente comenta que no podrás” (Corona-Mike Díaz)
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