Armando Vega Gil
Ediciones B
2016
México D.F.
Voy a mentarles una historia muy contada, lo
que en un hoyo muy pesado sucedió,
Un charro negro interrumpió a media tocada,
pistola en mano su caballo nos echó,
Los chavos de onda se prendieron con la afrenta,
chacos y boxers comenzaron a sacar,
Cuando aquel charro les grito; ahí va la neta,
con este dancing yo los vengo a alivianar.
Charrockanrol. Botellita de jerez.
Twitter @abuelo_1176
El
multifacético músico, escritor, fotógrafo, periodista y antropólogo fundador e
integrante de La Botellita de Jerez Armando Vega Gil presentó en 2016 su libro
No. 31 “La Música de la esferas”, relata varias facetas de su vida, en su
mayoría cuentan su relación con la música desde pequeño. Para los pitagóricos
cuando los planetas giran alrededor del sol hacían música y si haces la suma de
todas estas músicas llegas al silencio absoluto, así se definía a la música de
las esferas.
Se trata de
una serie de cuentos y crónicas autobiográficos, muy emotivos y melancólicos y
podrían ser tomadas como contra parte del Diario íntimo de un
guacarroquer libro con lenguaje muy violento y pornográfico.
Algunos de los
relatos que conforman el libro son; “Cri Cri en el tren de media noche” en el
que narra su encuentro con Francisco Gabilondo Soler y como el compositor de
canciones infantiles le dio sabios consejos que le cambiaron la vida en cuanto
a dedicarse a la vida artística, tal vez los jóvenes no lo sepan pero para
quienes crecimos en las décadas de los 70s y 80s en el periodo de infancia en pre-primaria
todo era musicalizado por el “Grillito cantor”.
“Tom Waits y un responso por Manuel Ahumada” en
donde cuenta su relación con su amigo el monero Manuel Ahumada (qepd) y la
canción In The Neighborhood de Tom Waits y nos describe de manera muy amena y
puntual el ritual que, era hasta algunos años atrás significaba ir a comprar un
disco; “Ir en metro y camión a la tienda
especializada para gastarse, de un solo bofetón, el medio sueldo de la semana
en un acetato importado desde Estados Unidos o Alemania y escuchar la presa de
la caza sonora en un aparato estereofónico estorboso y chirriante (herencia de
la tía solterona), oler el cartón de la portada después de rasgar su panza de
celofán, limpiar con un trapo especial el plato, depositarlo en el tornamesa
como si fuera una hostia bautismal en la lengua del pecador, aterrizar con
cuidado la aguja en el surco madre giratorio, y comenzar a escuchar con
atención”.
“Responso por
un guitarrista muerto” donde pone sobre la mesa la historia de una época muy
importante del Rock mexicano, con dos de sus más grandes exponentes:”
Rockotitlan” y “Arpía” banda de Cecilia Toussaint y se enfoca en la historia
personal con su amigo José Luis Domínguez guitarrista de esta mítica banda de
los años ochenta.
También nos
platica como obtuvo sus primeros, bajo, guitarra y cello, cómo llegó al
ukulele. Sobre su enfermedad tinnitus nos relata en “Con la música por dentro”;
hasta llegar al clímax en “Charrockanrol” en donde narra cómo se escribió la primera
canción de la “Botella”.
Cierra con un
texto de la última tocada del Sergio Arau con la banda: “No te vayas Sergio Arau, Uyuyuy del bien y del mal no nos mates antes
de estar de verdad muertos porque de aquí a la puerca eternidad que implica la
muerte llevamos más, mucho más, de medio camino andado”, en el que deja en
claro que a nadie le dolió más la salida de Sergio de la banda que a él.
Este libro
representa una gran oportunidad para “entrarle” a la faceta de Armando como
escritor y dar, junto a él, un recorrido a través de una época trascendental
para la historia del Rock nacional.
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