Erotismo y poesía: el
primero es una metáfora de la sexualidad,
la segunda una erotización del lenguaje. Octavio
Paz.
Por: Javier Hernández El Abuelo
Twitter @abuelo_1176
Cumplen 33 años y traen nuevo disco bajo el brazo sin lugar
a dudas es el mejor momento de la banda, con músicos jóvenes que poco a poco
han agarrado el “timming” del Blues, banda guerrera liderada por José Cruz
“Real de Catorce” regresa a la ciudad de Toluca para ofrecer lo que
posiblemente será uno de los mejores shows del año. “Nación Blues” es el nombre
de la nueva producción de estudio de la banda y como cada una de sus
grabaciones presentan un reto, tanto como para la banda, así como para sus
seguidores. Cada una de ellas ha sido diferente y en esta ocasión no es la
excepción: la poesía y el Blues como base nos llevan a un viaje único y como ya
es costumbre con mucha calidad.
Yo los conocí a finales de la década de los noventa en mi
etapa de estudiante, viviendo en la ciudad de Toluca era difícil conseguir
cosas alternativas, acá no hay un chopo ni su equivalente y en esos momentos el
internet todavía no llegaba. Los días sábados eran idóneos para ir en busca de
material nuevo no contaba con mucho dinero y visitar los lugares que vendían
cosas originales no garantizaba que podía encontrar cosas realmente innovadoras
o propuestas interesantes además era muy caro y en casa todavía no contábamos
con reproductor de CD. Visitaba el pasaje terminal todos los sábados:
religiosamente llegaba a este lugar donde no se vendía exclusivamente música,
había ropa, electrónicos, mochilas, videojuegos, comida y artículos deportivos
de todos los precios y calidades, y en algunos casos, de dudosa procedencia, era
como un pequeño mercado.
Había varios locales con música en los que encontrabas todo tipo de géneros; para buscar rock y sus derivados había tres especializados, donde también podías encontrar playeras y boletos para las tocadas, no importaba si querías original o pirata, no siempre traían mucha variedad y aun así eran buena opción.
Cuando no había mucho que comprar, pasaba al puesto de revistas que se encontraba afuera del ultimo pasillo de la terminal, era demasiado grande y traían muchos títulos: “Banda Rockera” la revista del chopo y títulos españoles como: “Heavy Rock” y “Metal Hammer”, en muchos casos eran desfasadas por meses, una buena opción de compra y no era un día perdido.
En una ocasión me tocó ver un pequeño puesto de casetes piratas, me acerque y comencé a ver algunos títulos que se me hacían familiares, le pregunte por un disco (la verdad no recuerdo cual era) y me dijo -híjole chavo, no lo traigo, pero vente el próximo sábado y ya te lo tengo-. Pedro, según recuerdo se llamaba, se convirtió en mi “Dealer” de casetes piratas: traía joyas que en ningún lado podía encontrar y me hizo recomendaciones muy buenas, algunas no tanto y otras de plano para olvidar. Fueron muchas, pero las que más le agradezco son: Los Redondos de Ricota, La Renga, Cynic, Fugazi, Corrosion Of Conformity y por supuesto Real de Catorce.
En una ocasión me pregunto: -¿Conoces a esta banda, chavo?- Le dije que no y contestó - A ver qué te parece, llévate este- y me vendió “Cicatrices”, sexto disco de estudio de Real; no me gustó mucho, la verdad no conecte tan rápido con esta grabación. En otra de mis visitas compre el disco homónimo, que es su primera producción, con el cual ya conecté un poco más y el que me enganchó completamente “Contraley”, quinto disco de estudio, uno de los mejores de su discografía. Me convertí en fan y traté de encontrar toda la información que podía de ellos y era muy difícil.
En el año 2002 se presentaron en el Festival Quimera de Metepec: era la primera ocasión que disfrutaría verlos en concierto y no solo cumplió mis expectativas; la plaza Juárez estaba a reventar, el público era muy variado ya que había familias enteras, rompió record de asistencia y fue una presentación que dejo a todos contentos y satisfechos, ya que fueron más de tres horas en las que interpretaron la mayoría de sus canciones.
Había varios locales con música en los que encontrabas todo tipo de géneros; para buscar rock y sus derivados había tres especializados, donde también podías encontrar playeras y boletos para las tocadas, no importaba si querías original o pirata, no siempre traían mucha variedad y aun así eran buena opción.
Cuando no había mucho que comprar, pasaba al puesto de revistas que se encontraba afuera del ultimo pasillo de la terminal, era demasiado grande y traían muchos títulos: “Banda Rockera” la revista del chopo y títulos españoles como: “Heavy Rock” y “Metal Hammer”, en muchos casos eran desfasadas por meses, una buena opción de compra y no era un día perdido.
En una ocasión me tocó ver un pequeño puesto de casetes piratas, me acerque y comencé a ver algunos títulos que se me hacían familiares, le pregunte por un disco (la verdad no recuerdo cual era) y me dijo -híjole chavo, no lo traigo, pero vente el próximo sábado y ya te lo tengo-. Pedro, según recuerdo se llamaba, se convirtió en mi “Dealer” de casetes piratas: traía joyas que en ningún lado podía encontrar y me hizo recomendaciones muy buenas, algunas no tanto y otras de plano para olvidar. Fueron muchas, pero las que más le agradezco son: Los Redondos de Ricota, La Renga, Cynic, Fugazi, Corrosion Of Conformity y por supuesto Real de Catorce.
En una ocasión me pregunto: -¿Conoces a esta banda, chavo?- Le dije que no y contestó - A ver qué te parece, llévate este- y me vendió “Cicatrices”, sexto disco de estudio de Real; no me gustó mucho, la verdad no conecte tan rápido con esta grabación. En otra de mis visitas compre el disco homónimo, que es su primera producción, con el cual ya conecté un poco más y el que me enganchó completamente “Contraley”, quinto disco de estudio, uno de los mejores de su discografía. Me convertí en fan y traté de encontrar toda la información que podía de ellos y era muy difícil.
En el año 2002 se presentaron en el Festival Quimera de Metepec: era la primera ocasión que disfrutaría verlos en concierto y no solo cumplió mis expectativas; la plaza Juárez estaba a reventar, el público era muy variado ya que había familias enteras, rompió record de asistencia y fue una presentación que dejo a todos contentos y satisfechos, ya que fueron más de tres horas en las que interpretaron la mayoría de sus canciones.
Sin lugar a dudas ya es una banda de culto y lo principal es
que no se deja envolver por las tentaciones del Mainstream, lo cual no dejan de
agradecer sus fieles fans. José Cruz, María Camargo, Arturo Waldo, Rodrigo
Pratt, Alan López y Miguel Korsa ya están listos para volvernos a tatuar el
alma y la mente. El show que viene será de 5 estrellas.
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