CONOCIENDO MÁS A CARLA RIVAROLA

Por Omar Perdomo

OP: Carla nos gustaría saber qué es lo que haces cuando no estás haciendo música, cuando no estás tocando o de gira, ¿qué haces en un día normal?; si hay algún otro proyecto, dinos, de qué se trata…

Carla: Bueno, en realidad yo toco diario, para mí es súper importante eso, soy una niña conservatoriana, entonces la verdad como que estoy muy acostumbrada a estudiar todos los días; estudio canto porque empecé a cantar ya de grande y como que tengo que echarle muchas ganas. Pero también dibujo, me gusta leer, ver películas, dar un rol y ver a mis amigos.

OP: Si tuvieras chance de ser otra persona aunque fuera por un día… ponerte en los pies de otra persona, ¿quién te gustaría ser?

Carla: No sé, alguna persona como súper millonaria pero súper inteligente, no tengo alguien especialmente en mente pero… nada más alguien que tenga todo el pedo bien resuelto y que pueda agarrar y comprarme un boleto de avión y irme a dar un rol para encontrarme a mí misma… en Islandia durante 3 meses sin siquiera tener que checar la cuenta de banco, estaría perro.

OP: ¿Para qué te consideras muy mala?

Carla: No sé wey, soy buena en todo… no, no es cierto, déjame pensar… ¿para qué soy una basura?, soy basura para las matemáticas y para ir a la escuela porque soy muy impaciente. Entonces me pongo toda ansiosa, como que no puedo… También soy muy mala en Mario Party, sí, como que las cosas que implican esperar; no me puedo embarazar porque me moriría de la desesperación.

OP: ¿Un momento que haya sido decisivo para ti para lo que estás haciendo ahora?, quizá no cuando ya decides sumergirte en el mundo musical, pero sí que mires hacia atrás y lo consideres como un momento clave…

Carla: Pues creo que ha habido varios, tuve como una semana hace como 2 años, que fue muy brutal porque fue la semana que toque en el festival Marvin con una banda nueva, o sea, era nuestro primer show y yo nunca había tocado con banda; y esa misma semana fui por primera vez a Reactor y grabé un programa en Canal Once, y fui un manojo de ansiedad. Entonces terminando esa semana como con lo cansado que fue como emocionalmente dije: “wey, a ver, se supone que esto es algo que disfruto, ¿lo vas a hacer o no lo vas a hacer?”; ese fue un momento donde me hice una promesa de hacerlo con amor y acordarme que es para disfrutarlo, por más serio que me lo tome. Fue muy bonito, me tatué.

OP: ¿Qué influencias no musicales podemos encontrar plasmadas en tu música?

Carla: Pues, en el Origami, mi primer disco, hay una cita directa de Haruki Murakami, del libro Kafka en la orilla, que es “laberinto de afuera, es el laberinto de adentro”, esa es una frase que me llama mucho la atención. Y más que como de personas específicamente, creo que lo que alimenta más mi música ahora, es estar pensando muchísimo en la psicología de los demás y como tratar de encontrar un punto sensible donde convergen los sentimientos de muchas personas. Este disco como que no es tan autobiográfico sino que es más como de tratar de ponerme en los zapatos de mucha gente y que las rolas se puedan interpretar de muchas maneras distintas, que hasta pueda ser más triste si te sientes de la verga o más feliz si te sientes chido.

OP: Si hubiera otra Carla, en una realidad paralela, que no estuviera haciendo música sino otra cosa, ¿qué estaría haciendo?

Carla: ¡Ay!, yo creo que hay varias Carlas, hay una que me cae muy bien que es bióloga, hay otra que es psicóloga y otra que es fotógrafa. Yo creo que lo más cerca que estuve de no dedicarme a la música fue la fotografía.